Segundo de bachiller es el último curso de instituto, ese que hay antes de la universidad. Esto significa que mis notas finales determinarán mi nota media de bachiller, si puedo conseguir matrícula de honor gracias a ellas y las becas que esto conlleva, y si podré aspirar a una buena universidad. Además, aparte de las notas finales, está la selectividad: un examen enorme sobre varias materias con el temario de todo el curso. Una única oportunidad para poder sacar la mayor nota posible, ya que será muy determinante a la hora de elegir una universidad.
Esto me pone fatal. Yo soy un chico de buenas notas, que aspira a la matrícula de honor. Además dependo de ella: no tengo el suficiente dinero para elegir la universidad que yo quiera, así que si quiero una lo mejor posible, necesitaré muchas becas. Y yo quiero la mejor universidad posible, porque quiero hacerlo lo mejor que pueda en lo que vaya a dedicarme.
Pero algo gracioso es que ni siquiera se a que voy a dedicarme, porque es otra decisión muy seria que evito constantemente para evitarme los nervios que supone. No soy capaz de elegir cuando lo que elijo es decisivo. Y esto lo es, y no voy a poder seguir evitando la elección mucho más tiempo, porque necesito ver las universidades a las que quiero ir, a las que puedo ir, y las ayuda a las que puedo optar. Socorro.
Estoy muy nervioso ahora mismo, porque para más inri, estoy estudiando una asignatura que me cuesta mucho, historia de España, y esta asignatura caerá en selectividad. Definitivamente, este no es mi año. Lo único bueno que tengo ahora mismo son mis amigos, y no puedo dedicarles demasiado tiempo...
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